El 25 de diciembre en Alemania, conocido como Weihnachten, es mucho más que una fecha marcada en el calendario. Es un día que refleja siglos de tradición, un momento de pausa en el invierno para celebrar la unión familiar, la gastronomía y la cultura.

En Alemania, tanto el 25 como el 26 de diciembre son festivos oficiales. Tras la intensidad de la Nochebuena, el día de Navidad se vive con calma. Las calles permanecen silenciosas, los comercios cierran y el país entero parece detenerse para dar espacio a la intimidad de los hogares.

El 24 de diciembre es el día de los regalos, pero el 25 está dedicado a la convivencia. Las familias se reúnen alrededor de la mesa, visitan a parientes y disfrutan de largas conversaciones. Para los creyentes, la jornada puede incluir la misa de Navidad, aunque incluso quienes no practican la religión participan en las costumbres como parte de la identidad cultural alemana.

La gastronomía es protagonista en este día. Entre los platos más tradicionales destacan:

Ganso o pato asado, acompañado de col roja y albóndigas de patata.

Salchichas con ensalada de patata, una opción sencilla pero muy popular en muchas regiones.

Dulces como el Stollen, un pan dulce con frutas y almendras, y los Lebkuchen, galletas de jengibre que llenan las casas de aroma especiado.

El Glühwein, vino caliente con especias, sigue siendo la bebida estrella para combatir el frío invernal.

La música acompaña la jornada: villancicos como Stille Nacht, heilige Nacht (Noche de Paz) resuenan en iglesias y hogares. La televisión alemana transmite películas clásicas y programas especiales, mientras las decoraciones navideñas iluminan las ciudades, recordando la magia de los mercados navideños que cerraron la víspera.

A diferencia de otros países europeos, en Alemania la Navidad se extiende en dos días consecutivos de descanso. Esta particularidad refuerza la idea de que la festividad no es sólo un evento puntual, sino un período de recogimiento y unión.

El 25 de diciembre en Alemania es un día de tradición, familia y cultura. Con comidas típicas, música navideña y un ambiente acogedor, los alemanes celebran la Navidad como un momento de pausa en medio del invierno, manteniendo vivas costumbres que han trascendido generaciones.