El Gobierno alemán ha acordado la concesión de un carné de identidad para refugiados con el objetivo de controlar mejor la llegada de inmigrantes y solicitantes de asilo que llegan de Siria, Afganistán y otros lugares convulsos.
La decisión ha sido anunciada por el gobierno presidido por la canciller Angela Merkel, que había sido criticada desde la oposición e incluso sus aliados por abrir las fronteras del país a los refugiados sirios.
Las originales tarjetas que serán suministradas a los refugiados incluirán información sobre la fecha y lugar de nacimiento, la nacionalidad y el sexo, así como una foto y detalles sobre altura y color de ojos.
Los centros de registro también tomarán huellas dactilares. «De este modo podemos intentar detectar mejor a las personas que están intentando ocultar su identidad», ha explicado el ministro del Interior, Thomas De Maizière, en un comunicado.
El Gobierno espera iniciar la entrega de los carnés para mediados de febrero, una vez las tarjetas de identificación sean aprobadas por el Parlamento, con el fin de que estén plenamente introducidas antes de que acabe el año.
