El ministro de Salud alemán, Karl Lauterbach, ha mostrado públicamente su intención de implantar de nuevo la mascarilla obligatoria en los espacios cerrados.
Los casos de COVID-19 en Alemania siguen en aumento. La incidencia acumulada en los últimos 7 días, a fecha de este martes, era de 763,8 casos por cada 100.000 habitantes, una tasa que ha llevado a los hospitales al límite.
Ante ello, el ministro de Salud del país, Karl Lauterbach, ha mostrado públicamente su intención de implantar de nuevo la obligatoriedad de mascarillas en todos los espacios cerrados y ha pedido a los líderes de los 16 estados que componen el país (responsables de las políticas sanitarias) a reimplantarla.
«Si los estados pudieran acordar ahora cuándo es el momento óptimo para hacer esto, sería genial. La ola, que está subiendo ahora, no se acabará sola», ha asegurado en una entrevista Lauterbach, quien ha asegurado que desde el Ejecutivo no se quiere provocar el pánico pero ha insistido en adoptar medidas cuanto antes para evitar una peor situación del coronavirus.
Asimismo, el Ejecutivo de Olaf Scholz ha lanzado una campaña para instar a la población alemana a protegerse de las variantes del coronavirus con una vacunación masiva y para dar a conocer algunas medidas que permitan una mayor prevención de los contagios, que en el país germano no dejan de aumentar.
«Hay que reaccionar, ha asegurado el titular de Sanidad. «No vamos encaminados en una buena dirección». En este sentido, Lauterbach ha pedido a los gobiernos federales la imposición de medidas menos restrictivas en lugar de reaccionar de manera más drástica dentro de unas semanas, a tan sólo dos meses de Navidad.
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